Publicada por TijuanaHOY el: 27, 1, 2010
Tijuana, BC.- Con más de mil 500 homicidios en poco más de dos años de su administración, el trienio de Jorge Ramos Hernández será recordado como el más violento en los más de cien años de historia en la ciudad, donde otra constante ha sido además, la detención en algunos casos, y ejecución en otras, de funcionarios públicos ligados al primer edil.
Con una campaña política basada en ataques a una administración priísta que le impidió en un primer intento, su arribo a la alcaldía, Ramos Hernández recurrió a conocidos panistas incrustados en el servicio público, como el caso de policías municipales que en el pasado ya habían ocupado altos cargos en la corporación, destacando entre ellos un ex Director, quien en su tiempo fue removido del cargo más por presión social que por voluntad del entonces alcalde Jesús González Reyes.
La campaña
Contando con el apoyo de toda la estructura de gobierno del estado y de la federación, Ramos Hernández basó su campaña en promesas sobre la seguridad pública, con la recuperación de espacios, el nombramiento de un militar al frente de la policía municipal, la depuración policíaca y el ataque al crimen organizado, siendo ésta última una tarea fuera de competencia para los municipios.
De esta manera se hicieron evidentes los contactos del candidato de Acción Nacional con un grupo de agentes policíacos, encabezados por Juan Manuel Nieves Reta, Rigoberto Rodríguez, Javier Cárdenas, José Luis Ramírez Pineda y Gilberto Fimbres, entre otros, llegando inclusive a infiltrarse con la última generación de policías que en ese entonces recibía su curso obligatorio en el Instituto de Capacitación y Adiestramiento Profesional (ICAP).
Los policías mencionados, entre otros más, se encuentran actualmente presos en un penal federal en el estado de Nayarit, acusados de colaborar con el crimen organizado.
Su captura ocurrió en noviembre del 2008, a unos días de cumplirse el primer año de gobierno de Ramos Hernández, quien al inicio de su administración, tras el nombramiento de los jefes policíacos, aseguró que éstos habían aprobado un examen de confianza, aplicado en coordinación con las autoridades estatales y federales.
Estos exámenes, los cuales son referidos por las autoridades como la panacea para evitar la infiltración del crimen organizado en las filas policíacas, han demostrado reiteradamente su ineficacia.
Los policías mencionados -entre otros más- confirman lo anterior, al ser mencionados por testigos protegidos, como participantes directos en hechos delictivos de los cuales, algunos tuvieron trascendencia internacional, como fue un enfrentamiento armado en el Hospital General de Tijuana en abril del 2007.
nrSobre este caso en específico, se menciona a Nieves Reta de haber proporcionado información a integrantes del crimen organizado, y que desembocó en el crimen, entre otros, de dos agentes estatales, y la toma del hospital por integrantes de un grupo armado, poniendo en serio peligro a cientos de trabajadores y pacientes.
Pese a la contundencia del acto, Nieves Reta fue nombrado como Subdirector de la Policía Municipal, aunque la intención era, se dijo, nombrarlo Director, lo cual no se consiguió al imponer a un militar en dicho cargo.
Durante su desempeño como tal, se refirió en una publicación, su relación con el crimen organizado, concretamente con Teodoro García Simental, “El Teo”, de quien recibió importantes cantidades de dinero, al igual que su hijo Jamir Nieves Cabrera, ex agente ministerial actualmente prófugo de la justicia.
Sobre Nieves Reta, es conocida su relación con personajes del Partido Acción Nacional (PAN), encumbrados actualmente en el poder.
Otro de los detenidos, Gilberto Fimbres, se desempeñaba como subcomandante operativo al momento de su captura por parte del Ejército Mexicano, pese a que desde el pasado existían serias dudas sobre su labor sin embargo, el compromiso de Ramos Hernández con este personaje fue de mayor peso.
En este caso, Fimbres es mencionado como participante en “levantones” de personas, y su poder al interior del crimen organizado sucedió durante la administración del ex alcalde Jesús González Reyes. Al ser detenido colaboraba con la célula de “El Teo”.
Sobre Cárdenas Salgado, él mismo hacía referencia que las autoridades no le podían hacer nada, debido a su cercanía con Ramos Hernández, a quien afirmaba conocer desde la adolescencia, además de ser su vecino en los últimos años.
Cárdenas Salgado era el enlace entre la policía local y las corporaciones de los Estados Unidos, y de acuerdo con las mismas declaraciones de testigos protegidos, participó, entre otros, en el asesinato de la joven Angélica Aguilar, quien era ejecutiva de Televisión Azteca en la ciudad, así como en el homicidio y decapitación de tres policías y un civil en Playas de Rosarito, cuando custodiaba un festejo de un importante capo del cártel Arellano Félix.
Otros funcionarios
El viernes 21 de marzo del 2008, a menos de cuatro meses de haber asumido la alcaldía, es asesinado Ricardo Legorreta Fuentes, subjefe de Inspección y Verificación Municipal, cuando tripulaba su vehículo en la zona industrial de Mesa de Otay, a unos metros de las oficinas policíacas de la delegación Centenario.
El modus operandi no dejaba lugar a dudas, era un asesinato con la firma de la casa, el crimen organizado, donde se utilizaron armas de grueso calibre e inclusive, uno de los sicarios descendió de la unidad en que viajaba para rematar al funcionario, el cual quedó sobre el asiento del conductor de una unidad tipo Windstar.
Después, la mañana del domingo 19 de octubre del mismo año, fue asesinado en su domicilio de Playas de Rosarito, el subdelegado del Florido-Mariano, Adán Inda Betancourt.
Un grupo armado ingresó a su domicilio sorprendiéndolo mientras desayunaba junto a su esposa y su hija de sólo unos meses de nacida.
Después, en enero del 2009 fue abatido a tiros Benjamín Martínez Fraustro, cuando se dirigía a su trabajo como encargado de barandilla en la delegación Sánchez Taboada.
Un grupo de sicarios lo persiguió por varios puntos de la ciudad, hasta toparlo sobre el bulevar Benítez, casi esquina con el bulevar Las Américas, donde le dieron muerte a bordo de su unidad, una Cherokee de color gris.
Fuego “amigo”
Uno de los casos que más llamó la atención en fechas recientes, fue la captura de Omar Fernando Vázquez Hidalgo, “La Barbie”, por parte de agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP), la noche del miércoles 23 de diciembre. Vázquez Hidalgo era empleado de Oficialía Mayor del Ayuntamiento que encabeza Jorge Ramos Hernández.
detenidopepDe manera apresurada, la corporación estatal dio a conocer que se trataba de un “importante integrante del cártel Arellano Félix”, donde formó parte de la escolta de Arturo Villarreal Heredia, “El Nalgón”, detenido en el 2006 junto con Francisco Javier Arellano Félix.
El informe establecía que “La Barbie” pasó después a formar parte de la célula a cargo de Saúl Montes de Oca, “El Ciego”, y tras la captura de éste en el 2008, se integró con Juan Carlos Avitia Bringas, “El Software”, preso en la Ciudad de México, desde donde según las autoridades, habría dirigido el secuestro de Irán Cota, dirigente sindical de los trabajadores del IMSS en la entidad, perpetrado a finales del 2009.
Tras darse a conocer su captura, el Ayuntamiento de Tijuana reconoció, la tarde del 24 de diciembre, que Vázquez Hidalgo sí formaba parte de la plantilla laboral del municipio, como empleado de confianza adscrito al área de regidores, haciendo hincapié en que su ingreso se dio durante la administración del ex alcalde Jorge Hank Rhon.
Al respecto, rápidamente surgieron versiones que señalaban que “La Barbie” gozaba de la protección del Oficial Mayor del Ayuntamiento, Mario Martínez e inclusive, acababa de ser contratado como chofer por uno de los precandidatos de Acción Nacional a la alcaldía de Tijuana; ninguna de estas versiones fue desmentida por las autoridades, quienes, al igual que en otros casos, apostaron por el olvido del caso.
Días después de esta aprehensión, la PGR liberó a Vázquez Hidalgo, asegurando que no había delito por perseguir, desmintiendo lo afirmado por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en el sentido de que contaba con al menos diez averiguaciones previas por delitos relacionados con el crimen organizado.
Otros casos que han dejado de manifiesto la corrupción al interior del gobierno, es la detención de escoltas del propio Secretario de Seguridad Pública Municipal, Julián Leyzaola Pérez en tres operativos distintos, efectuados por militares.
En marzo del 2009 fue detenido Pedro Rosales, alias “El Pit”, quien era el subjefe del grupo de seguridad del funcionario municipal sin embargo, fue dejado en libertad días después.
Un mes después fue capturado el escolta Omar Medina Ricardo, quien fue arraigado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), y el pasado mes de diciembre, en otro operativo militar tras la captura de Gilberto Sánchez Guerrero, se detuvo de nuevo a “El Pit” y a Octavio Rodarte Alonso; el primero ex escolta -que ya había sido detenido en marzo-, y el segundo se desempeñaba actualmente como parte del equipo de seguridad que rodea a Leyzaola Pérez, quien a manera de excusa declaró que “ya existían dudas sobre su comportamiento” sin embargo, no los detuvo.
TijuanaHOY
http://www.tijuanahoy.com.mx/2010/01/27/corrupcion-policiaca-y-muerte-en-la-administracion-de-jorge-ramos/
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