*.- Tras la captura del Teo y ahora del Chiquilín y El Muletas, se derrumba esta pretendida “organización”
*.- Ahora falta el “Ingeniero” Fernando Sánchez Arellano
TIJUANA BC 10 de febrero de 2010 (AFN).- Tras prácticamente dos años de sembrar terror, después de haberse separado del Cártel de los hermanos Arellano Félix y de su “cabecilla” Fernando Sánchez Arellano, alias El Ingeniero, las “células” rebeldes del Teo, Eduardo Teodoro García Simental, recibieron el golpe final… el golpe mortal.
Sin desestimar la posibilidad de que existan otros “mandos emergentes“ que pudieran surgir dentro de estas células, la realidad es que los grupos criminales de los García Simental y del Muletas, de hecho quedaron pulverizados, tras la captura de sus dos dirigentes y “herederos” del “poderío” del Teo: su hermano Manuel García Simental, alias “El Chiquilín” y de Raydel López Uriarte, alias El Muletas.
De ambos se decía que se quedarían a cargo de esos grupos, después de la detención del Tres Letras, hace casi un mes, también en La Paz Baja California Sur. Se especulaba que compartirían el mando para seguir enfrentando al “Ingeniero”, no obstante que la autoridad ubicaba a López Uriarte, bajo el mando del Chiquilín.
De igual forma se decía que se estaban enfrentado entre ellos para quedarse finalmente con la “herencia” del Teo, sin embargo todo eso se les derrumbó, ya que ambos fueron detenidos por autoridades militares y del ejército, mediante un operativo que no estuvo exento de problemas, ya que reporteros “paceños” observaron el operativo y se acercaron a cubrirlo periodísticamente, dándose un roce con las fuerzas federales.
En Tijuana corrió la noticia prácticamente de inmediato, a las primeras horas de ese lunes ocho de este mes de febrero, sin embargo ninguna autoridad estuvo en capacidad de confirmarlo oficialmente tras las primeras horas, al parecer porque se temía -según se dijo- que se dañaran algunos operativos que ya traían como consecuencia de los primeros interrogatorios a los dos sicarios y que luego se supo que sería la captura de algunos de sus “operadores“, entre éstos, algunos mandos policiacos.
Sin embargo AFN tuvo confirmación extraoficial de sus fuentes, para antes de las once de la mañana y a los pocos minutos logró también la confirmación oficial por parte de la DEA estadounidense, a través de su vocero en San Diego, Amy L. Roderick.
Raydel López Uriarte
El Muletas, durante mucho tiempo logró eludir la acción de la justicia, merced a la “red” de corrupción que pudo “tejer” en Baja California, con la participación de elementos y jefes policíacos de todos los niveles. Su escapatoria de la balacera en Mariscos Godoy en 2007, le sirvió para alardear constantemente e inclusive grupos como Los Tucanes, le cantaron corridos exaltando su supuesta fiereza y su calidad de invencible.
No obstante eso, nunca como ahora su “caída” estaba más cerca de lo que posiblemente él pensaba. Se empezó a escribir desde la detención del Teo, con el que llenó de terror a la sociedad bajacaliforniana, porque su “guerra” con el CAF desembocó en ataques a la sociedad y en un combate frontal a las autoridades constituidas.
Después de haber roto formalmente con el Cártel Arellano Félix, hace dos años, junto con sus compinches se dedicó a cometer secuestros, “levantones” y cada día, ejecuciones más y más horrendas, en una aparente carrera para ver quién ideaba la muerte más atroz.
Con la arrogancia del “poder” que le daba el dinero y el control de policías corruptos, López Uriarte formó su propio “grupo especial” a fin de parecerse a sus “odiados” enemigos: los policías. Vistió a sus “hombres” de negro, como grupos tácticos, pero con un emblema que era de una calavera con dos muletas a modo de huesos, así como unas siglas que decían: FEM o “Fuerzas Especiales del Muletas”. Luego, en sus primeras declaraciones reveló que mandó a hacer 200 de éstos.
Además tuvo el atrevimiento de “clonar” unidades del Ejército así como sus uniformes, con los que los delincuentes a su cargo, sorprendían a sus víctimas para secuestrarlas o asesinarlas, según fuera el caso. También para lograr uno de sus objetivos principales: asesinar al Secretario de Seguridad Pública de la ciudad, Julián Leyzaola Pérez, el cual en ningún momento perdió la seguridad de que éste, como los otros delincuentes caería “tarde o temprano”.
“A todos les llega su momento, no importando cómo se llamen” dijo en entrevista reciente con el programa Entre Café y Noticias, en donde habló ampliamente acerca de estos criminales, afirmando que ya se encontraban muy próximos a su detención.
Y así fue, tras la aprehensión del Teo, autoridades de México y Estados Unidos colocaron carteleras con las fotografías de delincuentes de estas células, entre quienes aparecía El Muletas. Esto fue el pasado 29 de enero del año en curso. Junto con él fueron colocadas las fotografías de: Jesús Eduardo Marcelo Pizarro; Bladimir Flores Molina, Paúl Salomón Sauceda y Vincent Legredo Walters.
El Muletas ya había confirmado su suerte, cuando en 2008 se le escapó al Teniente Coronel, Julián Leyzola Pérez, mientras iba acompañado de su “compadre” Eduardo Teodoro García Simental y un grupo grande de escoltas. Al respecto Leyzaola dijo en su momento a AFN que “me dejaron solo”.
Más recientemente y de manera “misteriosa” fue llevada por un grupo de hombres vestidos de negro, la hermana de este delincuente, identificada como Diana López Uriarte, en lo que significó uno de los más fuertes golpes recibidos por el sicario. La joven de 25 años de edad iba acompañada, según dijeron testigos, de un hombre al que dijeron haber escuchado que le llamaba Daniel. Entre los detenidos hay un individuo con este nombre, sin embargo se dijo que se trata de un ex policía ministerial, Daniel Cebreros, quien habría sido detenido durante el operativo de ayer lunes, en una casa de la colonia Las Américas.
Por otra parte, empezó a correr la versión en el sentido de que el presunto secuestro de Diana López Uriarte, podría haber sido una “acción oficial”, efectivamente para lograr la detención de éste que seguía siendo, uno de los más peligrosos criminales.
Escapatoria de Leyzaola
EL CHIQUILIN
Del Chiquilín, Manuel García Simental, empezó a hablarse apenas hace algunos años, como uno de los hermanos del Teo, al cual ya le habían capturado otros dos en años previos.
De Manuel García Simental, quien tras su detención se identificó como Alejandro Ibarra López, se hablaba cada día más porque se estaba proyectando como un hombre tan sanguinario como sus hermanos.
A él se le atribuyó la espantosa muerte que sufrió la joven edecán Adriana Ruiz Muñíz, quien sin piedad fue torturada, vejada y luego asesinada, además de haber sido decapitada, porque se pensaba que estaba transmitiendo información a Fernando Sánchez Arellano, aunque otras fuentes dijeron que sería a elementos del Ejército.
Adriana fue secuestrada en agosto del año pasado y como autores materiales de su aberrante crimen fueron detenidos por elementos municipales, los de nombre: José Carlos Meza Zepeda de 40 años de edad y Alfredo Martínez Martínez de 29 años, los cuales fueron detenidos a bordo de una Jeep Grand Cherokee blanca, en Playas de Tijuana.
Meza Zepeda llevaba consigo un celular -que fue el que lo delató- ya que en el mismo había grabado la tortura y muerte de la chica.
Ahora se puede decir que esa “guerra” la ganó el “ingeniero” Sánchez Arellano, el cual al “replegarse” tras percatarse que los secuestros que primero autorizó y después siguieron por su cuenta el Teo y El Muletas, les “calentó” la plaza, a grado tal que era imperiosa una acción directa y contundente del gobierno mexicano que no podía seguir permitiendo verse rebasado con una larga cadena de asesinatos que cada día más, horrorizaban al mundo.
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