"¡Doña, los 'guachitos' se están metiendo a la ferre!, ¡venga pronto!", escuchó Hermila Herrera Lomelí, de 58 años, quien no debió atender la llamada -dicen sus familiares-, pues ahora está detenida e incomunicada por el Ejército mexicano que el 20 de abril aseguró casi 19 toneladas de mariguana.
Era el martes 20 de abril como a las diez de la noche, Hermila, dueña de una ferretería en la colonia Buenos Aires Sur, salió alarmada de su casa ante la noticia de que los militares ingresaban en su negocio ubicado en el bulevar Cucapah, en el Este de Tijuana.
Desconcertada, pidió a su nuera Magaly Juárez Mendoza, de 30 años, que la acompañara para ir a averiguar qué sucedía, relata una familiar.
"Soy Hermila y esta es mi ferretería", respondió a los militares que le pidieron identificarse al momento de arribar para preguntar lo que pasaba.
Un día después, ella y su nuera fueron presentadas ante la prensa en el Cuartel Morelos junto a seis personas más y las 18 toneladas 800 kilos de mariguana.
La casa y el negocio de la señora Hermila se encuentra custodiada actualmente por elementos militares y los inmuebles han sido saqueados, denunciaron sus allegados.
"El daño está hecho y las mujeres siguen detenidas. ¿Este es acaso el trabajo que está haciendo el Ejército? ¿Encerrar a personas inocentes y robar sus pertenencias?", cuestiona uno de ellos.
Hasta el momento, agrega, aún se desconoce el estado de Hermila Herrera Lomelí, originaria de El Filo, Nayarit; y el de Magaly Juárez Mendoza, nacida en Mocorito, Sinaloa.
Sus familiares y amigos exigen justicia y añaden que desconocen cómo, dónde y bajo qué condiciones se realizó el decomiso y que harán escuchar sus voces por todos los medios posibles.
Durante la presentación de los detenidos la semana pasada, el Ejército no dio detalles sobre el operativo y el lugar exacto donde se encontró la droga.
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